Los ojos ven poco.

Los ojos ven poco.
Y mire aya donde la luna se perdia, donde me perdi yo.

jueves, 2 de octubre de 2008

Aquí estamos


Nunca digas que ahora estamos caminando nuestro camino final, aún cuando estos cielos plomizos enmarquen este triste y cruel día, la hora que estamos anhelando pronto llegara’, no temas,
nuestros sonoros pasos seguirán gritando ¡aquí estamos!
Cada uno que ha sido traído aquí, desde una tierra de palmeras o nieve,
cada uno con un impuesto pesar, dolor y su propio duelo, donde sus traicioneros cuchillos dejan caer nuestras gotas de sangre, allí, nuestro desafío y nuestro coraje crecerá.
El sol de la mañana nos dará un nuevo día dorado,
así como el día de nuestros enemigos opresores se irá acabando, pero aún cuando el sol de la mañana olvide la manera de amanecer, esta canción será un juramento para aquellos que puedan alzarse.
Con sangre no rendida está escrita esta canción que canto, no es una canción que surja desde la libertad que dan las alas, brota de gente luchando en ruinas para sobrevivir,
cantada con cualquier arma que se tenga a mano mientras se esté
Por eso, nunca digas que ahora estamos caminando nuestro camino final,
aún cuando estos cielos plomizos enmarquen este triste y cruel día, la hora que estamos anhelando pronto llegará, no temas,
nuestros sonoros pasos seguirán gritando ¡aquí estamos!